FESOFI 3838

El ciclismo es una de las modalidades deportivas que, junto al fútbol, cuentan con mayor afición en España. Es por ello que merezca estar representado en un acontecimiento internacional tan relevante como la Exposición Mundial de Filatelia España 2000. Más aún cuando en nuestro país venimos contando con excelentes ciclistas de la categoría de Miguel Induráin, deportista ratificado como uno de los mejores corredores del mundo. De ahí que el ciclismo como deporte e Induráin, su rey, pasen, por popularidad y logros, a estar representados en la muestra y en la hojas bloque y sello que ahora la conmemoran. El ciclista navarro, Miguel Induráin Larraya, desde sus comienzos no defraudó a nadie, dio el perfil del auténtico ciclista entrenado para ganar. Su punto de partida fue aquel primer Campeonato de España (aficionado) celebrado en 1983, que ganó cuando tan sólo contaba con 19 años y que abriría el paréntesis a una dorada trayectoria, cerrado con su retiro del ciclismo profesional en 1996. En los trece años de duración de su vertiginosa carrera contabilizamos en su brillante palmarés: su liderazgo en las cuatro etapas de la Vuelta a España (1985); su triunfo en el Tour del Porvenir (1986); las cinco victorias consecutivas del Tour de Francia (1991-1995) y los dos triunfos en el Giro de Italia (1992-1993). Además de ser campeón de España (1992), un año después (1993) logró la medalla de plata en el campeonato del mundo de ciclismo de fondo en carretera; también se proclamó campeón mundial en la prueba contrarreloj, subcampeón en carretera (1995) y ganó la medalla de oro contrarreloj en los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996). Induráin, por la relevancia de sus éxitos deportivos, se erige en el corredor más importante en la historia del ciclismo español.