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El Parque Natural de Monfragüe tiene una extensión de 17.852 hectáreas y fue declarado Parque Natural en abril de 1979. Se encuentra ubicado en la confluencia de los ríos Tiétar y Tajo y sus condiciones climáticas han convertido esta zona en un refugio donde se reproducen especies únicas de flora y fauna. Su historia se remonta a la época prehistórica de la que se conservan pinturas rupestres, enterramiento y estelas. En 1450 se construyó el Puente del Cardenal, única vía que cruzaba el río Tajo y que unía las ciudades de Trujillo y Plasencia. Dentro del territorio se encuentra el pueblo de Villarreal de San Carlos, mandado construir por Carlos III para proteger a los viajeros que transitaban la zona de los ataques de los bandoleros. Dominando todo el parque natural se encuentra el Castillo de Monfragüe, de origen árabe, asentado junto a la ermita de construcción moderna, que guarda una imagen de la virgen del siglo XII traída desde Palestina por un grupo de caballeros cruzados. Para los amantes de la naturaleza, Monfragüe se convierte en el lugar idóneo donde encontrar la más variada y rica flora del bosque mediterráneo, con alcornoque, madroño y brezo en la umbría serrana; y jara, retama, cantueso y encina en los llanos y solanas. La fauna es, sin duda, el elemento más espectacular del parque. En la zona más rocosa se localizan las mayores colonias del mundo de buitre negro, águila imperial y cigüeña negra. En la espesura se hallan mamíferos como la gineta, el gato montés, la garduña y el tejón. Es el paraje incomparable para la cría y reproducción del lince ibérico y no faltan los ciervos y jabalíes. Durante el invierno son frecuentes las bandadas de aves acuáticas que llegan procedentes de Centroeuropa.