FESOFI 3322

El motivo escogido muestra uno de los símbolos que mejor le identifican: el buzón, rendija que sirve de frontera entre el que le confía sus secretos puestos en carta y el servicio postal que dentro los guarda, los transita y los hace llegar a destino. El buzón es ranura en pared por la que se echan escritos de toda índole y toma apellidos distintos según su función: así los de presentación y quejas, o los más modernos de sugerencias que acumulan en sus arcanos papeles cuyo destino más frecuente es el olvido; el de Correos es el buzón por antonomasia por ser el más serio y porque por él van confidencias de remitente a destinatario sin que nadie las sepa ni las traicione. Toma el buzón razón de ser cuando nace el sello; ya no es necesario el pago en mano del porteo en origen o al recibo, se abarata el costo y va mejor guardado el secreto porque el buzón es mudo y la boca que a la vez le anuncia y le tapa es la mejor muestra de esa cualidad; bien la expresaban aquéllas de la antigua Casa de Correos, donde por primera vez se usaron y eran los bocabuzones cabezas de león con la boca abierta que el todo Madrid, sede del Correo Central, alimentaba de cartas sin conseguir llenar su panza insaciable, que según entraba el alimento, se evacuaba en tránsito postal.