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La recuperación que hace Pierre de Coubertin de las Olimpiadas griegas y que como entronque escoge Atenas en 1896 para la primera manifestación olímpica moderna, encuentra su complemento, casi treinta años después, con los deportes que sobre hielo o nieve se agrupan en los Juegos Olímpicos de Invierno. Los I Juegos Olímpicos de Invierno, tienen como escenario Chamones en 1924, luego, cada cuatro años y con el único salto producido entre 1936 a 1948, van celebrándose en St. Moritz, Lake Placid, Garmisch-Partenkirchen, St. Moritz, Oslo, Cortina d’Ampezzo, Squaw Valley, Innsbruck, Grenoble, Sapporo, donde España obtiene su primera medalla de oro, Innsbruck, Lake Placid, Sarajevo y ahora entre los días 13 al 28 de febrero de 1988 en Calgary. En las canadienses Montañas Rocosas, se dan cita los máximos especialistas de cada país, en unos deportes que tienen la nieve o el hielo, como materia imprescindible sobre la que el atleta ha de mostrar sus habilidades. El esquí alpino femenino y masculino, el esquí de fondo también para ambos sexos, el salto, patinaje artístico y en luge (trineo ligero), son las modalidades en las que los deportistas españoles compiten en pos de una medalla que les aúpe a la gloria de los héroes olímpicos, que en la Grecia clásica eran premiados con una corona de ramas de olivo. Con esta emisión se abre la serie deportes para este año que cuenta con los Juegos Olímpicos tanto de invierno como de verano y el Campeonato del Mundo de Hockey sobre Patines.